Páginas

19 mar 2023

Los saharauis y el PSOE



Se va a cumplir un año desde que el presidente Sánchez diese un giro a la tradicional postura que los diferentes Gobiernos de la democracia habían mantenido hasta ese momento sobre el conflicto del Sáhara Occidental. En este giro, Sánchez, apostaba por la autonomía para el Sáhara Occidental en Marruecos. Esto, obviamente sin contar con la población concerniente, es decir, sin tener en cuenta a la población saharaui.

Esta decisión del Gobierno de Sánchez es similar a la del último Gobierno de la dictadura, cuando éste, entregó una semana antes de la muerte de Franco el Sáhara a Marruecos y a Mauritania tras la firma de los llamados “Acuerdos Tripartitos de Madrid”. Ambas decisiones afortunadamente no cambian la naturaleza jurídica del conflicto, y cabe recordar que España sigue siendo de “iure” la potencia administradora del territorio.

Lo que nadie se esperaba, es que en democracia, nos enteráramos de la decisión del presidente no por él ni por el ministerio de Asuntos Exteriores, sino a través de un comunicado de la casa real marroquí. Es decir, nos enteramos cuando y como quiso Marruecos.

Lo que nadie se esperaba es que en democracia, el presidente tomara semejante decisión sin consultar con su socio de Gobierno y sin haber discutido el expediente en el Consejo de Ministros. Y lo que es más grave, el presidente del Gobierno, viajó en abril del año pasado a Rabat sin el apoyo ni del Congreso ni del Senado que votaron sendas resoluciones en contra del cambio de postura del Gobierno de España.

A partir de ese cambio, el PSOE comenzó una campaña feroz contra el pueblo saharaui, votando incluso en contra en el Congreso de los Diputados una enmienda para ayudar a los campamentos de población refugiada saharaui. 

Muchos dirigentes del PSOE como Zapatero, Moratinos o Trujillo, han visitado el Sáhara Occidental y Marruecos en un ejercicio de blanqueo de la ocupación. En este devenir de dirigentes socialistas, la ex ministra de trabajo del PSOE,  Maria Antonia Trujillo, declarada pro-marroquí, llegó a afirmar en varias ocasiones que Ceuta y Melilla "suponen una afrenta a la integridad territorial de Marruecos" y "son vestigios del pasado que interfieren" en sus relaciones con España. Y el eurodiputado y exministro Aguilar, días antes de la RAN celebrada en Marruecos, declaraba que con Marruecos “si hay que tragar sapos, se tragan”.

La feroz campaña del PSOE contra el pueblo saharaui, también llegó al Parlamento Europeo. En enero se votaba una resolución a través de la cual se “instaba a Marruecos a respetar los derechos humanos”. El PSOE votó en contra, fue el único partido socialdemócrata que votó en ese sentido.

Mientras tanto, lo que sí ha conseguido el presidente Sánchez, es que en este nuevo marco de la política de “buena vecindad” respecto a Marruecos, España se enfrente geopolíticamente con Argelia, un actor relevante y que, gracias a la crisis de Ucrania, se ha convertido en una alternativa para la compra de gas ruso. Seguro que Italia, Francia y Portugal le agradecen les haya allanado el camino con Argelia.

Ha conseguido que empresas españolas en Argelia, preparen una reclamación patrimonial contra el Estado por los daños originados por el giro con respecto al Sáhara Occidental. En este contexto, empresarios españoles lamentaban la “decepción” cuando tras la reunión con un representante del ministerio de Industria español, les admitieron  “no haber previsto las consecuencias” del cambio de posición del Gobierno en el Sáhara, a la vez que descartaban retractarse porque ello “supondría otro problema con Marruecos”. 

Y claro, en este nuevo marco de la política de “buena vecindad” con Marruecos están incluidas Ceuta y Melilla, por que si no es así ¿cómo es posible que alguien que viera las imágenes de la masacre de Melilla puede comprender las declaraciones del presidente del Gobierno diciendo que el trabajo de la gendarmería estaba  “bien resuelto” ante esta inhumana masacre a migrantes?.

A la vista de este cambio de postura, de su política de sumisión y del blanqueo de la ocupación del Sáhara Occidental cabría preguntarse: ¿Qué le deben a Marruecos, el presidente Sánchez y el PSOE?

 Enrique Gómez es miembro de Um Draiga

Publicada en Heraldo de Aragón el 16 de marzo de 2023