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12 mar 2021

La Señora Palacio y sus alumbramientos sobre el Sahara Occidental


La sociedad española está acostumbrada a que políticos de casi todas las formaciones acaben muchas veces sin más mérito en algunos casos que el de disponer de información confidencial, en empresas públicas o privadas que previamente vendieron cuando gobernaban. Es lo que comúnmente se llaman “puertas giratorias”.


Sabemos que Marruecos “compra” voluntades y premia los buenos propósitos de los y las que le son afines y defienden con entusiasmo la marroquinidad del Sahara Occidental. Ese es el trabajo, que por cierto realiza muy bien el majzen (gobierno en la sombra marroquí).

Un ejemplo de puertas giratorias quizás pudiera ser el caso de la señora Palacio, exministra del gobierno de José María Aznar. Recientemente en un artículo publicado en el diario El Mundo hace el trabajo de buena “lobista”, cuestión que últimamente vemos con mucha frecuencia en muchos medios, si bien es cierto que en la mayoría de los casos a “estos menesteres” se dedican dinosaurios de la política.

Ella se remonta a la historia pasada y presente del conflicto y lo hace como empieza su artículo, con una visión en blanco y negro muy propia del NODO de la Televisión pública española.

Es sabido, así se denunció en la prensa española, que Ana Palacio aceptó la presión de Marruecos, ella sabrá el por qué, pidiendo a su “colega” de USA (Colin Powell) y al presidente español Aznar, la eliminación de la cláusula contenida en el proyecto de resolución presentado por Estados Unidos y que abría la puerta a la imposición del plan a las partes en las Naciones Unidas cuando la resolución S/RES/1495 (2003) valoraba el Plan Baker como “solución política óptima basada en el acuerdo entre las dos partes”.

Años después, la Office Chérifien des Phosphates (OCP), empresa pública marroquí que expolia los fosfatos de las minas de Bu Craa en el Sahara Occidental ocupado, nombró a la señora Palacio miembro del Consejo Asesor Internacional de la empresa, del que sigue formando parte. Se puede ampliar esta información en este magnífico artículo del profesor Carlos Ruiz Miguel.

Ella además sabe perfectamente que Marruecos no tiene propiedad sobre los fosfatos saharauis de la empresa de la que es Asesora tal y como indica el Tribunal Supremo de Sudáfrica en sentencia de 23 de febrero de 2018

La representante del exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, Ana Palacio, sabe que cuando ella era ministra, el subsecretario general de asuntos jurídicos de la ONU, Hans Corell, indicaba que los contratos para la explotación de los recursos naturales en el Sahara Occidental “violaban los principios del derecho internacional aplicables a los recursos naturales de los territorios no autónomos”. Pareciera que Palacio aceptó el cargo en la OCP a sabiendas de lo que indicaba el informe del Secretario General Adjunto de Asuntos Jurídicos de las Naciones Unidas.

La señora Palacio dice que el “Frente Polisario ataca el comercio agrícola, la exportación de fosfatos, los acuerdos de pesca…”. Es increíble, sí, se ha leído bien, dice “ataca”. Vaya …

El TSJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea) ) indica que “el acuerdo de pesca es inválido porque la UE no ha respetado la ley internacional relativa al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y que el acuerdo de pesca no se puede aplicar a las aguas y territorios saharauis” y la lobista dice que el Frente Polisario ataca, así, sin despeinarse.

Palacio afirma que “sobre la presencia de Marruecos, si se trata de “Ocupación”. En términos jurídicos, procede recordar que ni se aplica, ni se ha aplicado al territorio el cuerpo de Derecho específico correspondiente”. Le recordaré también a la señora Palacio que el TSJUE reconoce que Marruecos es potencia de ocupación del Sahara Occidental.

Sin duda ella se propone como ponente de una “nueva doctrina jurídica”, esto es, si las resoluciones de la ONU son de hace muchos años, estas carecen de mucho vigor por obsoletas, y si se adoptaron con controversia, pues eso, que no hay que darles mucha importancia.

La consejera de ENAGÁS (empresa con capital público) Ana Palacio, sin duda sabrá que la Audiencia Nacional española en 2014 declaró que “España sigue siendo la potencia administradora de iure del Sahara Occidental, considerándose a Marruecos país ocupante.”.

Tampoco cabe ninguna duda de que sabe que una potencia administradora solo deja de serlo si lo afirma expresamente la Asamblea General, cosa que no ha ocurrido nunca.

Seguramente sabrá también la exvicepresidenta del grupo público francés de tecnología nuclear Areva, (siempre empresas públicas) que son varias las sentencias del TSJUE donde se indica con claridad, que los acuerdos por ejemplo de pesca con Marruecos en lo concerniente al Sahara Occidental, son inválidos ”porque la UE no ha respetado la ley internacional relativa al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y que el acuerdo de pesca no se puede aplicar a las aguas y territorios saharauis”.

Palacio conoce además, que Enaire, la empresa pública que gestiona la navegación aérea en España, instó el 4 de febrero de 2021, a través del centro de control del tráfico aéreo de Las Palmas de Gran Canaria (GCCC/Canarias FIR), a “evitar por completo el sobrevuelo de la parte del Sahara Occidental” que sigue controlando el gobierno de España (1).

Igual con un poco de suerte, si se lo “curra” como en el artículo de El Mundo, podrá llegar a ser consejera de la empresa pública Enaire. Desde luego méritos no le faltan.

Enrique Gómez

(1) Desde el Centro de Control Aéreo de ENAIRE en Canarias se gestionan los servicios de tráfico aéreo en un área geográfica con una extensión de un millón y medio de kilómetros cuadrados, la mayoría de ellos superficies oceánicas, donde se encuadran el archipiélago canario y parte del Sáhara Occidental. Es la puerta a Latinoamérica a través del Atlántico

Para ampliar información:

Lugares donde aparece el CV de la señora Palacio y/o en el que se indican, ella lo desmiente, que es miembro del Consejo Asesor Internacional de la Office Chérifien des Phosphates (OCP)