Páginas

7 ene 2022

Cuando robar aporta beneficios – Enrique Gómez

 



La Comisión Europea, que ostenta el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa de la Unión Europea, realizó un informe el pasado diciembre sobre “los beneficios para la población del Sáhara Occidental al ampliar las preferencias arancelarias a los productos del Sáhara Occidental”.

Es un informe prolijo en detalles macroeconómicos sobre la actividad económica que se desarrolla en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí, y en este sentido, hay que subrayar que el concepto de “ocupación” marroquí del territorio, es un hecho que el mismo Tribunal de Justicia de la Unión Europea calificó así en febrero de 2018, al igual que han hecho la Unión Africana y las Naciones Unidas.

Cita el informe, que una Comisión llevó a cabo visitas a la “región” y realizó entrevistas a las autoridades y representantes comerciales y de otro tipo ¡Que suerte tuvieron los emisarios de dicha Comisión!. A los periodistas, activistas, e incluso a eurodiputados y eurodiputadas, se les prohíbe el acceso al territorio ocupado del Sáhara Occidental para reunirse con personas defensoras de derechos humanos, y se les expulsa cuando no se les agrede, por osar investigar la situación real de la población saharaui. Y ya que estaban, podrían haberse interesado los miembros de la expedición al territorio por la situación de Sultana Khaya, retenida desde hace más de un año en su domicilio sin denuncia, ni delito, ni juicio.

Sin embargo, sí que menciona el informe que se reunieron con organizaciones de derechos humanos en Dajla (el informe cita el nombre marroquinizado de la otrora ciudad española Villacisneros), obviando, eso sí, que organizaciones son esas. Desconocemos si el hecho de no dar datos sobre estas organizaciones es por preservar su anonimato por miedo a las represalias de las autoridades marroquíes, o porque directamente son pro marroquíes compuestas por colonos marroquíes.

También se nos ocurre teniendo en cuenta lo que parece les preocupan los derechos humanos, que podían haber aprovechado su visita y haberse pasado por Marruecos para investigar sobre la denuncia de la propia Unión Europea en modo de resolución, tras condenar a Marruecos por el uso de menores tras la crisis de Ceuta, para ver el estado de los mismos, y analizar cuál es el motivo por el que los niños se echan al mar para huir del país, cuando por otra parte se “venden”, nunca mejor dicho, los beneficios obtenidos del expolio de los recursos naturales y que al parecer, éstos nunca llega a la población civil.

El informe habla de las maravillas de la inversión marroquí en el territorio y de los pingües beneficios que se obtienen “robando” los recursos naturales de los saharauis. Porque sí, y esto hay que decirlo y muy alto, cuando un país ocupa otro y expolia sus riquezas, se denomina robar.

Pero, lo más sorprendente, es la reiteración en el supuesto beneficio obtenido con la justificación del acuerdo, cuando la propia sentencia del Tribunal General de la Unión Europea de 29 de septiembre, incide en que se refiere a los beneficios que pueden derivarse de dicho Acuerdo para la población de ese territorio en su totalidad. Se trata, en cualquier caso, de “efectos puramente socioeconómicos y no jurídicos. En consecuencia, estos beneficios, por lo demás indirectos, no pueden equipararse a derechos conferidos a un tercero, en el sentido del efecto relativo de los tratados”.

Es sabido que el recurso presentado por la Comisión no irá a ninguna parte, aunque si permite que se sigan robando los recursos saharauis, pero no para beneficio de la población, sino de los que permiten y justifican la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos.

En cuanto a los países miembros que apoyan el expolio con el argumento de esos presuntos beneficios de la población, no les quedará más remedio que negociar con el único interlocutor reconocido por la comunidad internacional del pueblo saharaui que es el Frente Polisario tal y como también se recoge en la sentencia del pasado 29 de septiembre.

La sentencia dejó claras tres cuestiones que volverá a repetir una vez se resuelva el recurso dentro de un año: que el Frente Polisario es el único representante del pueblo saharaui, que se hace preciso el respeto al requisito del consentimiento, y el inalienable derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

Por otra parte, es lamentable que la Comisión se haya alineado con el punto de vista de las autoridades marroquíes al diluir los conceptos e intentar justificar la participación ilegal de la Unión Europea en la ocupación del Sáhara Occidental.

Marruecos no es un socio de fiar. En marzo de 2021, cortó las relaciones diplomáticas con Alemania, que a día de hoy siguen sin restablecerse. En mayo de 2021, retiró a su embajadora en España, que aun no ha regresado, y creó una crisis fronteriza sin precedentes con menores en Ceuta. A día de hoy, y para sonrojo del Gobierno, sigue sin celebrarse la Reunión de Alto Nivel entre los gobiernos de España y de Marruecos, a pesar de todas las “loas” que el ministro Albares hace a nuestro vecino del sur.

Las amigas y amigos del pueblo saharaui no estamos en contra de que nuestro país tenga excelentes relaciones con Marruecos. Lo que no queremos ni debemos consentir es que éstas se hagan a costa del pueblo saharaui y de sus recursos naturales.

Enrique Gómez